
Elegante, profundo y con carácter: el tequila ha evolucionado de bebida popular a emblema del nuevo lujo masculino, impulsado por figuras icónicas, ediciones exclusivas, su vínculo con el arte, y su presencia en eventos globales y bares de élite.
Durante años, el tequila fue asociado con celebraciones ruidosas o shots improvisados. Sin embargo, ahora es visto como uno de los destilados con mayor prestigio a nivel mundial.
Elegido por empresarios, coleccionistas, artistas y celebridades, el tequila representa una nueva sofisticación que combina tradición, identidad y refinamiento. Es, en muchos sentidos, el destilado del hombre contemporáneo.
Video Recomendado
Celebridades que han apostado por el tequila como negocio
El interés de grandes nombres en la industria del entretenimiento por el tequila no es casual y ha ayudado mucho a su internacionalización, pues todos estos proyectos buscan proyectar elegancia, autenticidad y orgullo por lo mexicano (o, en muchos casos, por lo artesanal). Ejemplos tenemos varios:
Uno de los más recientes y destacados es el caso de Luis Miguel. El cantante que un día lanzó su propia botella de vino, ahora se ha convertido en el nuevo dueño de Casa Don Ramón, donde ha presentado ya ediciones especiales con su firma.

Pero quizá el boom de las celebridades en el mundo del tequila se lo debamos a George Clooney, quien formó Casamigos, una marca que le generó grandes satisfacciones y dividendos cuando fue vendida a una empresa más grande. Pero siempre se recordará que fue uno de los primeros en posicionar el “tequila lifestyle”, con una estética sobria y elegante que redefinió cómo se ve una botella en una cava moderna.
Desde el mundo del deporte también ha habido personalidades pioneras en este negocio, como Michael Jordan y su Cincoro Tequila. La leyenda de la NBA incursionó en la industria con una línea ultra premium, destacando el diseño de la botella (alargada y escultural) y un perfil de sabor suave pero complejo, ideal para beber solo.

En fin que una buena cantidad de celebridades han incursionado en esta industria, además de otros que han potenciado su crecimiento, con sólo ser embajadores. Un caso que seguro recordarás es el de Checo Pérez y Tequila Patrón quienes hicieron juntos una campaña que combinó velocidad, precisión y carácter. Incluso su rival en la pista, Lewis Hamilton lanzó su propia marca de tequila, pero con una interesante variación: que es sin alcohol (Almave).

Para cerrar con la Fórmula 1, cabe destacar el caso de Volcán de mi Tierra, perteneciente al grupo LVMH, que el año pasado se convirtió en el tequila oficial del Gran Premio de Las Vegas.
Este tipo de alianzas refuerza la nueva identidad del destilado como un producto a la altura del champán o el whisky escocés en términos de sofisticación y estilo de vida.
Eventos con sabor a tequila
Además del GP de Las Vegas, el tequila ha sido protagonista en otros varios e importantes eventos, por ejemplo:
Art Basel Miami, donde marcas como Clase Azul o Casa Dragones han ofrecido experiencias sensoriales ligadas al arte contemporáneo.
Zona Maco, donde Tequila 1800 entrega incluso un premio y Design Week México, donde se han presentado ediciones limitadas intervenidas por artistas.

Y por supuesto, no podía no haber tequila en el marco de los Premios Oscar, donde Don Julio se unió por octava ocasión como el tequila oficial de la celebración.
Y ya que hablamos de cine, hay que subrayar que este spirituoso ha llegado a la pantalla grande apareciendo en películas como Spectre (2015), de James Bond, que mostró a Daniel Craig bebiendo tequila Don Julio 1942, en una confirmación del lugar que ocupa este destilado entre los más sofisticados del mundo.
La escena, breve pero cargada de significado, posicionó al tequila como una elección digna del espía más elegante de la historia del cine.
En series como Succession, Billions y Entourage, también ha aparecido en cavas privadas, reuniones de negocios y fiestas exclusivas, desplazando al whisky como símbolo de poder discreto o no tan discreto.
Ediciones limitadas: lujo embotellado
Y es que el tequila también ha prenetrado, como lo hiciera el whisky, en el terreno del coleccionismo con ediciones que combinan contenido excepcional y diseño escultórico. Algunos ejemplos notables que se han cotizado muy bien, son:
Patrón en Lalique Series
Una serie de botellas numeradas elaboradas por la legendaria casa francesa Lalique. Cada decantador de cristal es una pieza de arte, y su interior guarda un tequila extra añejo de altísima complejidad.





Clase Azul Ultra
Las licoreras de Clase Azul son en sí mismo un lujo, sin embargo, la marca sube todavía más el nivel con diferentes ediciones especiales, intervenidas por distintos personajes del arte o evocando tradiciones como las del Día de Muertos. Piezas que suelen encontrarse en colecciones privadas.
Casa Dragones Joven Edición Especial
En ocasiones, Casa Dragones lanza ediciones intervenidas por artistas como Gabriel Orozco o Pedro Reyes, fusionando arte contemporáneo y tradición tequilera en un solo objeto.
El tequila en la alta coctelería mexicana
Finalmente, otro factor que ha puesto al tequila en la mira de los consumidores es su uso en la más fina y creativa coctelería. Los mejores bares del país lo han incorporado a sus menús, desde Handshake Speakeasy, el número uno a nivel mundial, hasta Licorería Limantour, Hanky Panky, Fifty Mils, Zapote Bar o Café de Nadie, entre otros, han readaptado tragos clásicos con este destilado o lo han ocupado para nuevas creaciones, sacándolo de su zona de confort, de Margaritas o Palomas, para que reine en el mundo de los cócteles de autor, acompañado de ingredientes diversos como hoja santa, tamarindo, carbón activado o flores silvestres.

Esto no sólo eleva el perfil del tequila como destilado de lujo, sino que lo posiciona como un símbolo de identidad cultural sofisticada: una bebida mexicana que puede dialogar con las tendencias globales sin perder su esencia.
El tequila se ha convertido en una declaración de estilo. Más allá de ser una bebida, hoy es una forma de habitar el lujo desde lo auténtico, lo bien hecho y lo profundamente mexicano.
En su evolución hacia el estatus, el tequila ha logrado conquistar el gusto del hombre sofisticado, que busca profundidad sin artificios, poder sin estridencia y elegancia sin clichés.