En Madrid, las terrazas y jardines son mucho más que un simple espacio para sentarse a tomar algo: se han convertido en auténticos refugios urbanos, perfectos para desconectar del ritmo acelerado, disfrutar de una cuidada gastronomía y dejarse envolver por un ambiente único. Entre todos ellos, hay uno que se ha ganado un lugar especial en la lista de direcciones imprescindibles: El jardín del Mandarin Oriental Ritz, Madrid.
Situado en el corazón del barrio de El Retiro, y protegido por la histórica fachada del icónico hotel, este espacio esconde un oasis de vegetación exuberante que invita a olvidarse del bullicio de la ciudad.
Discreto, elegante y con un encanto atemporal, el jardín del Mandarin Oriental Ritz, Madrid es uno de esos lugares que quienes lo descubren tienden a guardar como un secreto muy bien protegido.
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Alta cocina al aire libre con la firma de Quique Dacosta
La propuesta gastronómica de El Jardín lleva el sello del chef Quique Dacosta, galardonado con estrellas Michelin, que ofrece una carta basada en productos de temporada y sabores mediterráneos.
Platos frescos, delicados y llenos de matices que se disfrutan bajo la luz natural del día o a la suave iluminación de la noche.
Para acompañar, la terraza cuenta con una cuidada selección de cócteles —con y sin alcohol— elaborados con ingredientes frescos y técnicas creativas.
Desde reinterpretaciones de clásicos hasta combinaciones originales, cada trago está pensado para armonizar con la experiencia culinaria y completar un momento inolvidable.
Un destino dentro de un destino
Más allá de la gastronomía, el jardín del Mandarin Oriental Ritz, Madrid ofrece acceso a uno de los hoteles más emblemáticos de Europa, referencia de la hospitalidad de lujo.
Es el tipo de lugar donde cada detalle está pensado para que el visitante se sienta parte de algo especial: un espacio íntimo que refleja la esencia de los rincones secretos de Madrid. Ya sea para una comida al mediodía, un encuentro al atardecer o una noche bajo las estrellas, el jardín del Mandarin Oriental Ritz, Madrid es la prueba de que el verdadero lujo está en los detalles… y en saber dónde encontrarlos.