Volcán de Mi Tierra y Handshake Bar ofrecen una experiencia única en el Gran Premio de la Ciudad México
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Bajo el rugido de los motores y la energía vibrante del Gran Premio de la Ciudad de México, una nueva llama se enciende en el corazón del Paddock Club. Volcán de Mi Tierra, el tequila oficial de la máxima prueba del automovilismo, perteneciente a la familia Gallardo y al grupo LVMH, presenta “TLETL”, una experiencia creada en colaboración con Handshake Bar, el célebre speakeasy mexicano reconocido como el mejor bar del mundo en 2024 y segundo lugar en 2025 según The World’s 50 Best Bars.

Juntos, Volcán y Handshake dan vida a un concepto que fusiona la maestría artesanal del tequila, la creatividad de la mixología contemporánea y la pasión de la Fórmula 1. El resultado: un santuario oculto dentro del Paddock Club donde México se reinventa entre el lujo, la tradición y el fuego.

El fuego que une a México y la velocidad

El nombre “Tletl”, que significa fuego en náhuatl, evoca el elemento que da forma tanto a los volcanes como al tequila. Inspirado en la fuerza transformadora del agave, TLETL es más que un bar: es una ceremonia sensorial donde cada detalle rinde tributo a la cultura mexicana y a su espíritu de innovación.

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Quienes crucen su entrada —un túnel dorado con los nombres de ambas marcas— se adentrarán en un espacio subterráneo, elegante y misterioso, adornado con guiños al Día de Muertos y a la estética sofisticada de la Fórmula 1. Detrás del mostrador, los bartenders de Handshake Bar reinterpretan los tequilas de Volcán de Mi Tierra en tres cócteles exclusivos que celebran el equilibrio entre tradición y vanguardia.

Volcan de mi Tierra x Handshake Bar

Cócteles que cuentan una historia

En TLETL, cada trago es una chispa. Entre piedra, humo y luz, los invitados podrán degustar tres creaciones inspiradas en el alma mexicana y el espíritu competitivo de la F1:

  • Olive Oil: Volcán Blanco, aceite de oliva, manzana verde y romero.
  • Lychee: Volcán Blanco Tahona, sake de lichi, lima y té de jazmín.
  • Orange Wine: Volcán X.A., mezcal, maracuyá, vino naranja y haba tonka.

Cada uno combina ingredientes naturales y técnicas de alta coctelería, elevando la experiencia del tequila hacia nuevas alturas de sofisticación.

“Al embarcarnos en esta colaboración con la Fórmula 1, quisimos mostrar el lado aún no descubierto de México: auténtico, creativo y profundamente artesanal”, explica Carlos Pechieu, Chief Commercial Officer de Volcán de Mi Tierra. “No podríamos imaginar un mejor aliado que Handshake Bar para representar esta visión.”

El lujo mexicano en el corazón de la Fórmula 1

Esta colaboración marca un nuevo capítulo en la alianza global entre Volcán de Mi Tierra y la Fórmula 1, tras activaciones previas en el Gran Premio de Las Vegas. En México, TLETL reafirma la posición de la marca como símbolo de lujo contemporáneo y embajadora del tequila mexicano en el mundo.

“Volcán comparte nuestra misión de elevar a México al escenario internacional a través del oficio y la innovación”, comenta Marcos Di Battista, cofundador de Handshake Bar. “Juntos, estamos creando una experiencia sin precedentes que une lo mejor de la coctelería mexicana con la pasión del automovilismo.”

Volcan de mi Tierra is the Official Tequila of F1

Desde la botella dorada con el emblema Gallardo hasta la meticulosa curaduría del espacio, TLETL encapsula lo que define a Volcán de Mi Tierra: una estética refinada, un respeto absoluto por la tradición y una constante búsqueda de perfección.

El espíritu de Volcán: tradición y modernidad

Nacido al pie del volcán de Tequila, en Jalisco, Volcán de Mi Tierra combina más de 250 años de herencia familiar con el savoir-faire de Moët Hennessy. Su destilería propia, NOM 1523, permite un control total del proceso de producción, donde cada paso —de la cosecha al embotellado— refleja una filosofía de excelencia artesanal.

Con TLETL, la marca no solo celebra su alianza con la Fórmula 1®, sino también el poder transformador del tequila como símbolo de México ante el mundo.

Porque, como su nombre lo sugiere, hay fuegos que no se apagan: solo esperan el momento perfecto para brillar.