Por Jill Newman
Sentado en su o cina de Campos Elíseos, Kris Van Assche luce sofisticado y cool en un blazer gris y pantalones a la medida con una T-shirt blanca y rombos impresos en sus tenis Adidas.
Es un día de verano en París, y el director artístico de Dior Homme habla de esmóquines —y de cómo los está revolucionando con un toque clásico—.
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“Me imagino a un hombre que lleva a su chica a la ópera por primera vez y usa piezas formales combinadas con ropa de calle, como un esmoquin y tenis casuales o un saco formal sin botones —dice Van Assche—. Se trata de ser elegante, pero contemporáneo.” El diseñador belga de 39 años de edad, que cerró su línea de menswear del mismo nombre a principios de este año para centrarse en Dior Homme es conocido por darle un giro vanguardista a estilos clásicos, y su último trabajo se ajusta a esa pauta.
Un ejemplo de su más reciente colección es el esmoquin y frac, sin botones. “Me gusta jugar con abrigos y sacos del pasado y darles un estilo actual”, dice Van Assche. “La ropa de lujo —añade— ya no puede ser ajena a la comodidad y realismo. Se trata de encontrar el balance adecuado para mantenerte elegante en todas las circunstancias, pero de una manera más relajada, cool y dinámica”.
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Para ello, Van Assche ha traído telas a rayas y con estampados de cuadros Príncipe de Gales para confeccionar trajes a la medida y de corte slim; a esto añade toques de color con prendas de punto impreso amarillo y sacos. También ha incorporado elementos sport en la ropa a la medida de Dior Homme, para darle un toque especial a estas piezas que resultan en un traje de vestir de mezclilla, pantalones deportivos de piel y zapatos derby de piel con suela de colores brillantes.
Así, ha fomentado un híbrido que se está mostrando no sólo en las pasarelas, sino también en las oficinas. Tal vez el mayor reto con esta nueva dirección de estilo es mantener un sentido de sofisticación.
Así que Van Assche, al igual que otros diseñadores top de moda masculina, está creando prendas de vestir que se adapten a un estilo de vida más laboral —“Este año trata sobre el hombre activo, dinámico; es una realidad general”—, pero su enfoque es distintivamente personal.
La vida urbana claramente ha sido una influencia para Van Assche, como lo demuestran estas combinaciones de una chamarra de piel negra sobre un traje formal, y una chamarra de piel de borrego junto con los pantalones.
Christian Dior, quien durante su vida exclusivamente diseñó para la mujer, ha sido una musa para él. “Mr. Dior tenía estrictos códigos de vestimenta para sí mismo, vestía siempre impecablemente”, dice Van Assche.

