La apuesta de Tomas Meir, Director Creativo de Bottega Veneta, para la colección Crucero 2018 recae en la pasión que arroja una llamativa paleta de colores donde los naranjas tostados, los rojos y rosas intensos, los oscuros azules marino, el verde musgo, el burdeos y el café son los protagonistas de una fiesta que se entremezcla y deja a un lado la coordinación o la búsqueda de tono sobre tono.
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En cuanto a los tejidos, la cachemira de doble cara y satén duquesa tecnológico se destacan entre todos, aunque la firma le apuesta también a algo más ligero como el dril, la popelina de algodón, el crepé de triacetato y el punto. Bottega Veneta nos ha acostumbrado a su comodidad y versatilidad por lo que no nos es ajeno el uso de materiales como el nobuk, resultado de tejer juntos la lana de oveja joven y el punto.
Como se puede observar en las imágenes, los estampados originarios del reino vegetal tienen un lugar muy especial dentro de la colección. Mariposas, flores y mucho campo inundan bolsas, vestidos, faldas y chaquetas donde los colores y los matices son los protagonistas. “Generalmente, hay dos o cuatro, pero estos estampados llegan a tener hasta treinta colores diferentes. Las formas en las que aparecen son sencillas para evitar el exceso y mantener una especie de contención”, explicó Meir.
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Nuestra propuesta preferida se encuentra en las bolsas. Destaca la incursión del modelo Chain Knot, pero en versión ampliada, la bolsa Piazza que cuenta con con una asa para colgar del hombro y otra más corta; y la Loop, que ya vimos en 2002, pero en esta ocasión el material utilizado es cuero napa.