BMW Z4 Final Edition: así se despide al roadster que marcó a toda una generación

Cuando una historia se acerca a su capítulo final, hay modelos que eligen hacerlo en silencio… y otros que prefieren cerrar el libro con una edición especial. Ese es el caso del BMW Z4 Final Edition, la versión que marcará el fin de la producción del icónico roadster de dos plazas, vigente desde 2002. Un cierre breve —se fabricará únicamente entre febrero y abril de 2026— y muy limitado, pensado para quienes quieren quedarse con el último giro de volante de un modelo que dejó huella en la cultura automotriz moderna.

Un merecido homenaje

La Final Edition nace alrededor de un solo look: la pintura BMW Individual Frozen Black metálica, una tonalidad mate que resalta la silueta clásica del Z4 y sus proporciones de cofre largo y trasera compacta.

A este acabado se le suma el Shadowline Package, que añade detalles exteriores en negro brillante en la parrilla, entradas de aire, carcasas de espejos y salidas de escape. La capota de tela Moonlight Black completa una estética consistente, con un guiño discreto en los calipers de freno pintados en rojo.

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El conjunto rueda sobre un set escalonado: rines M Dual-Spoke 800M, de 19” al frente y 20” atrás, montados en neumáticos de alto desempeño.

Dos transmisiones, una sola configuración

El BMW Z4 Final Edition llega en una sola especificación, ya equipada con prácticamente todo lo que el modelo ofrece. Lo único que el cliente deberá elegir es la transmisión: 6 velocidades manual o 8 velocidades Steptronic. En ambos casos, el precio se mantiene en $77,500 dólares más cargos de destino.

Para quienes se inclinen por los tres pedales, la edición integra el paquete Handschalter, con ajustes específicos en el chasis: resortes auxiliares exclusivos, una abrazadera reforzada para la barra estabilizadora delantera, nueva calibración de amortiguadores traseros, dirección deportiva reajustada y una lógica distinta para el control de tracción y el diferencial M Sport.

Interior con hilo rojo

Dentro del habitáculo continúan los detalles especiales: Vernasca Leather y Alcantara con costuras rojas que recorren tablero, consola central, puertas y asientos M Sport. Las alfombras llevan vivos del mismo tono y las placas de los umbrales sellan el momento: “Z4 FINAL EDITION”. Los cinturones M de tres franjas completan la escena.

En equipamiento, esta edición final no deja huecos. Incluye los paquetes Driving Assistance y Premium, con asistentes como detección de punto ciego, mitigación de colisión frontal, sensores de estacionamiento, Parking Assistant, Head-Up Display, iluminación ambiental, y un sistema de sonido Harman Kardon.

Un modelo que nació para el cielo abierto

La despedida del Z4 no solo cierra un capítulo, sino una tradición que viene de mucho más atrás. BMW ha tenido una relación larga con los deportivos descapotables: desde el 328 Roadster, pasando por el 507 y el Z8.

La historia moderna comenzó en 1995 con el Z3, seguido en 2002 por la primera generación del Z4 (E85), fabricada en Spartanburg. Su postura baja, rigidez torsional destacada y reparto de peso 50/50 marcaron una nueva referencia en el segmento. Incluso tuvo su versión M Roadster, con un seis cilindros atmosférico heredado del M3.

En 2008 llegó el E89, famoso por su techo rígido retráctil de dos piezas que se abría en 20 segundos. Con él, el Z4 sumó más confort y tecnología, incluyendo iDrive por primera vez.

La actual generación debutó en 2018 durante Monterey Car Week, regresando al formato tradicional de techo de tela con un enfoque más deportivo y purista. La variante M40i, protagonista de esta Final Edition, incorporó desde 2024 una opción de transmisión manual bajo la denominación Handschalter.

El último Z4 en cifras

Bajo el cofre, el Final Edition conserva el seis cilindros en línea turbo de 382 hp y 369 lb-ft, con 0–60 mph en 3.9 segundos (automático) y 4.2 segundos (manual). Su velocidad máxima está limitada a 155 mph.

En dimensiones, mantiene el formato de roadster compacto: mide 170.7 pulgadas de largo, con una altura de 51.4 pulgadas y una maletera de 9.9 pies cúbicos. Su peso se sitúa en 3,543 lb (automático) o 3,514 lb (manual).

Así, el BMW Z4 Final Edition no solo marca el fin del modelo, sino también el cierre de una era dentro de la marca: la del roadster de dos asientos que acompañó a BMW durante más de dos décadas. Tres generaciones, un diseño clásico reinterpretado varias veces y una comunidad que lo mantuvo vigente.

Su despedida no pretende ser nostálgica, sino concreta: una producción corta, una configuración única y detalles suficientes para reconocerlo como la última pieza de una línea que, desde 2002, mantuvo vivo el espíritu del cielo abierto con sello bávaro.