Los accionistas de Tesla acaban de aprobar el plan de compensación más ambicioso del mundo, valuado en 2,600 millones de dólares que serán entregados a Elon Musk si cumple con una altísima meta de aumentar el valor de mercado de la compañía en la próxima década.
Es decir que Elon Musk se abstiene de cobrar un sueldo dentro de su compañía, pero a cambio podría convertirse en uno de los hombres más ricos del mundo si es capaz de convertir a Tesla en una compañía de 650,000 millones de dólares en esos diez años.
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Tesla quiere crecer a la misma velocidad que sus autos.
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Sí, la estratosférica cifra no involucra un salario ni un bonus, sino que establece una recompensa para el visionario empresario, quien vuelve a desafiar el status quo empresarial con esta propuesta.
Según lo reportado por el diario español El País, este plan de pago ha suscitado visiones contrapuestas entre los accionistas. “Está bien alineado con los intereses a largo plazo de los inversores”, ha asegurado un portavoz de T. Rowe Price Group, el cuarto mayor accionista de la firma, con un 6% del capital.
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La firma de asesoramiento Institutional Shareholder Services señaló al respecto que éste es el pago más alto jamás entregado a un ejecutivo en Estados Unidos.
El panorama inmediato no es nada alagüeño, pues Tesla está valuada en 52,460 millones de dólares y sus acciones han caído un 12% desde que Musk anunció este plan.
Sin embargo, el inversor y empresario estadounidense nos ha demostrado en repetidas ocasiones que está hecho para desafiar lo imposible.