
Durante el primer día del Salón Internacional de Alta Relojería (SIAR 2025), la firma Deloitte presentó su estudio anual sobre la industria relojera suiza: Deloitte Swiss Watch Industry Study 2025. En el escenario del evento, la investigación encontró un hogar natural: México, que en esta edición fue incluido por primera vez con un capítulo dedicado, se convirtió en el marco ideal para revelar cómo este sector enfrenta presiones globales, pero también vislumbra nuevos horizontes.
Tiempo bajo presión

El estudio describe una industria bajo tensión acumulativa: la demanda global está debilitándose, los aranceles elevan costos y el franco suizo fuerte sigue siendo una carga para los exportadores. Lejos de un choque único, el reloj suizo parece resistir no con gestos dramáticos, sino con un ajuste constante a vientos inciertos.
México como laboratorio del cambio

Incluir a México en la encuesta no fue casualidad. En el SIAR 2025, Deloitte justificó que el mercado mexicano representa una de las piezas con más crecimiento para la relojería global. En 2024, las exportaciones suizas al país alcanzaron 337 millones de francos, y los consumidores son más propensos que el promedio global a comprar relojes tradicionales en el año venidero (62 % vs. 54 %) frente a un mercado local donde 38 % ya usa relojes inteligentes, la intención de adquirir piezas mecánicas en México sigue firme.
Conexiones que fortalecen al SIAR
La presentación de Deloitte no estuvo aislada en el salón: catapultó al SIAR 2025 como punto de convergencia entre marcas, coleccionistas y datos estratégicos. Organizado bajo el concepto “México LAB”, el evento no solo exhibe lanzamientos exclusivos, sino que también se posiciona como laboratorio de tendencias para la relojería mundial.
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En el instante en que el pulso del tiempo se mide también en números y percepciones, la relojería suiza ensaya su próxima coreografía: estabilizar mercados maduros mientras abre espacios emergentes. México, con su papel protagonista en el SIAR 2025, no es solo escenario: se revela como arteria vital de ese nuevo mapa horológico global. Allí donde el arte del reloj no solo se admira, sino se analiza, debate y proyecta su futuro.