
Del 24 al 26 de octubre, la Fórmula 1 encendió a la capital con música, celebración y experiencias únicas que solo ese fin de semana podía ofrecer. Esta es la lista de todo lo que ocurrió, dentro y fuera de la pista, durante el Gran Premio de la Ciudad de México.

La emoción vibró en el Autódromo
El corazón del fin de semana latió en el Autódromo Hermanos Rodríguez. Las fan zones estuvieron activas durante los tres días, repletas de música y experiencias de alto nivel. Para quienes buscaban un espacio para relajarse entre cada vuelta, los Beer Gardens de Heineken fueron la parada obligada: zonas con actividades interactivas y el ambiente perfecto para disfrutar de una cerveza 100% pura malta mientras vivieron la F1 como nunca antes.
Jungle encendió la ciudad
La música tomó el volante en la CDMX con el Heineken Afterwork Vol. 5, uno de los encuentros más esperados del año, encabezado por Jungle, el dúo británico que trajo su inconfundible mezcla de soul y funk en una noche privada que inauguró oficialmente la fiesta del fin de semana.

Cuando la bandera cae, la ciudad acelera
Cuando terminó la carrera, la adrenalina se trasladó de la pista a la ciudad. La CDMX se llenó de afters y celebraciones que reunieron a fanáticos, celebridades y hasta algunos pilotos que decidieron extender la noche. Veladas donde el estilo, la emoción y la energía del Gran Premio se fusionaron, transformando la capital en el epicentro de la diversión.
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Este año, la F1 se vivió con intensidad, pero también con responsabilidad. Por eso, Heineken 0.0 estuvo presente durante todo el fin de semana con su sabor inconfundible y cero alcohol, la opción ideal para disfrutar la emoción con control: el mejor conductor es el que no bebe, a menos que sea Heineken 0.0.