Moonbass: el nuevo bar del Hotel W en CDMX que transforma la vida nocturna en un viaje estético

En el piso 25 del hotel W Mexico City se esconde el secreto mejor guardado para los entusiastas del lujo, la vida nocturna, la exclusividad: Moonbass.

Este bar speakeasy combina lo mejor del diseño en un lounge envolvente con booths tapizadas en terciopelo verde, iluminación ámbar tenue que baña al espacio en intimidad, y vinilos que evocan los sonidos más amenos u suaves del underground.

Además de sus vistas privilegiadas de la ciudad en lo más alto de Polanco, este bar entrega una coctelería de autor que brilla por sí misma, resultando en un lugar donde el lujo urbano se redefine en noches de placer sin igual.

Un escape nocturno e íntimo 

En Moonbass, las reglas de un bar convencional no aplican, y más bien, te ofrece un escape nocturno cuidadosamente creado para garantizar el deleite.

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Para lograrlo, el ambiente fusiona lo mejor del diseño urbano con lo contemplativo: texturas suaves se maridan con el concreto pulido y bailan armoniosamente con la música cálida de vinilos, que se resume en una experiencia analógica y contemporánea a la vez.

La energía del lugar encuentra su epicentro en la barra central, con su estructura curva en acero cepillado, todo orquestado para que los sentidos pausen el estrés cotidiano y se suspendan en noches de sofisticación y estética al máximo.

Entre bocados y tragos: experiencias que cuentan historias

La experiencia de un bar se transforma en una que va más allá de beber, sino en una que te invita a cerrar los ojos y dejarte llevar en un viaje único de mitología.

Con una apuesta a la coctelería honesta, cada bebida hará que tus sentidos exploren fronteras desconocidas, en un equilibrio perfecto entre la técnica y lo ornamental.

Moonbass

En su carta de bebidas, se encuentra el Wallbanger Milk Punch, un clásico reimaginado con gin y cítricos y un toque lácteo que te llevará en un recorrido suave y audaz a la vez.

Aunque, sin duda, la estrella es el Moon Martini con licor de coco, vodka y vermut blanco, servido sobre cristalería esmerilada y una presentación que complementa perfectamente al líquido sin quitarle protagonismo. Sin duda, la excusa perfecta para regresar.

En cuanto a comida, la experiencia gastronómica no se queda atrás. Entre una sofisticación informal, cada bocado está pensado para acompañar y no para distraer de lo esencial: cócteles, música y conversaciones entrañables.

En el menú, al estilo finger food, residen platillos con carácter como jamón ibérico de bellota, sashimi de sandía con ajonjolí o camarones con hoja de arroz y chile fermentado; cada uno regala una sorpresa única al paladar.

El macarrón de queso de oveja y frambuesa con carbón activado es el cierre dulce, perfecto e inesperado.

Moonbass

Arte como cómplice de una noche perfecta

Moonbass, además de la música y bebidas, propone al arte como testigo— y componente— clave en su propuesta. Los muros principales del bar están adornados por una instalación del mexicano Alejandro Glatt, cuyas piezas inspiradas en los cuatro elementos, integran materiales orgánicos y luz como recurso escultórico.

Glatt es el primer mexicano en exhibir obras en la superficie lunar, posicionándose como un pionero del arte nacional. Así, su presencia se marida, casi cósmicamente, con el concepto lunar, efímero y elevado del bar. 

Moonbass

Moonbass no es como cualquier otro bar. Este speakeasy no busca ruido ni papeles protagónicos, sino todo lo contrario.

Su esencia elevada —literal y simbólicamente— se encuentra en el hallazgo de nuevas experiencias íntimas que invitan a redescubrir la noche como un viaje estético, pausado y profundamente guiado por los sentidos.

Descubre la nueva era del lujo nocturno en Moonbass de jueves a sábado a partir de las 19:00 horas.