
En alta perfumería, la piel es un lienzo sobre el que se construyen composiciones olfativas únicas. El layering —o superposición de perfumes— es la técnica que consiste en aplicar y combinar diferentes fragancias para obtener un aroma personalizado.
Más allá de elegir una sola esencia, esta práctica invita a experimentar con familias olfativas distintas: cítricos para frescura, notas amaderadas para profundidad o acordes florales para un toque elegante. El resultado es una fragancia que refleja estilo, estado de ánimo y ocasión.
Cómo combinar perfumes paso a paso
1. Elige una nota en común
Selecciona dos fragancias que compartan al menos un ingrediente —por ejemplo, lavanda, vainilla o sándalo— para asegurar armonía.
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2. Añade contraste
Introduce aromas opuestos: lo dulce con lo floral, lo fresco con lo amaderado, o lo especiado con lo cítrico.
3. Aplica en el orden correcto
Empieza con la fragancia más intensa y deja que se absorba antes de añadir la más ligera. Así, ambas despliegan sus matices sin competir.

Ejemplos de layering en la alta perfumería
Casas de lujo como Cartier Perfumes diseñan colecciones pensadas para usarse solas o combinadas. La línea Pasha de Cartier ofrece un abanico de opciones:
Pasha Eau de Toilette: lavanda, sándalo y menta.
Pasha Parfum: notas amaderadas y ámbar.
Pasha Edition Noir Sport: cítricos, acordes marinos y madera de cedro.
Pasha Noir Absolu: azúcar caramelizada y madera quemada.
Al combinar variantes de una misma familia, se obtienen contrastes sofisticados que permanecen en la piel y crean una huella distintiva.


Por qué el layering es tendencia
El layering se alinea con una de las demandas más actuales en lujo: la personalización.
Cada combinación cuenta una historia y proyecta una identidad olfativa única, permitiendo que quien la lleva deje una impresión memorable.
En un mundo donde cada detalle importa, esta técnica ofrece a los amantes de las fragancias la posibilidad de explorar sin límites y construir su propia firma olfativa.