Prada invierte las reglas de la perfumería con su nueva fragancia y su nuevo embajador: Tom Holland

¿Te imaginas llegar a un restaurante y que como primer tiempo de un menú degustación te sirvan el postre? Pues algo parecido, guardando obviamente las proporciones, es lo que está haciendo Prada en el terreno de la perfumería: invertir las reglas convencionales para obtener un resultado diferente al que ha llamado, curiosamente, Paradigme.

Se trata de la nueva fragancia de la Maison italiana que además trae como embajador a un actor que también gusta de romper con lo convencional, como aquella ocasión en que se le vio en el show ‘Lip Sync Battle’, vestido de mujer, interpretando y bailando Umbrella de Rihanna. Hablamos, por supuesto, de su amigable vecino Tom Holland.

Juntos han hecho este lanzamiento masculino que no solo presenta una estructura olfativa invertida —donde las notas de fondo se revelan antes que las de salida—, sino que también redefine lo que una fragancia puede comunicar hoy.

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Prada y Tom Holland invirtiendo las reglas

En el corazón del nuevo Prada Paradigme hay una decisión técnica con un fuerte simbolismo: invertir la clásica pirámide olfativa. Tradicionalmente, una fragancia se construye de arriba hacia abajo —con notas de salida, corazón y base—, pero ésta decide recorrer el camino inverso.

Desde el primer momento, el usuario percibe la riqueza de las maderas ambaradas, el bálsamo de Perú, la resina de benjuí y la madera de guayaco. Solo después se descubren las capas de geranio Bourbon y, finalmente, el brillo cítrico de la bergamota de Calabria y los almizcles aéreos.

Este cambio en la arquitectura no es un simple ejercicio técnico: es una declaración conceptual que refleja el enfoque experimental de Prada y su voluntad de reinterpretar códigos establecidos.

La fragancia se despliega en un juego de contrastes: calidez y frescura, profundidad y ligereza, fuerza y delicadeza.

Tom Holland: un rostro que representa el cambio

Completando esta apuesta de sumarse a una nueva masculinidad está el protagonista de esta campaña: Tom Holland, actor que ha construido su carrera eligiendo papeles que combinan carisma y complejidad emocional.

Reconocido mundialmente por su papel como Spider-Man, también ha participado en proyectos con impacto social, como The Brother’s Trust, una fundación filantrópica creada junto a su familia.

Prada lo presenta hoy como “la encarnación perfecta de Paradigme”. Su presencia transmite una seguridad tranquila que no necesita imponerse, y una autenticidad que conecta con los valores actuales de muchas generaciones: ser fiel a uno mismo, aún en medio de expectativas externas.

Una estética de contención

De vuelta a la fragancia, el frasco de Prada Paradigme también rompe con lo convencional. De líneas biseladas y diseño arquitectónico, el envase en vidrio verde degradado remite al icónico triángulo de la marca desde una nueva perspectiva.

El frasco de este perfume está disponible en versión recargable de 150 ml.

Su silueta minimalista y su tapa negra azabache conectan visualmente con la línea Paradoxe, estableciendo continuidad dentro de una evolución estética.

La presentación exterior mantiene la coherencia: cuero Saffiano con grabado en caliente en tono plata, elementos que refuerzan el lenguaje visual de la maison y su enfoque en el diseño funcional y atemporal.

Un enfoque responsable

Más allá de su enfoque conceptual, Prada Paradigme también es un reflejo del compromiso de Prada con la sostenibilidad.

El frasco de este perfume está disponible en versión recargable de 150 ml, lo que reduce significativamente el uso de materiales: 65% menos vidrio, 75% menos plástico y 100% menos metal en comparación con tres frascos de 50 ml.

La fragancia está compuesta por ingredientes de origen responsable como el geranio Bourbon, la bergamota de Calabria, la madera de guayaco y el bálsamo de Perú, mientras que el envase contiene 15% de vidrio reciclado y embalaje certificado por FSC™ MIX.

Crear un nuevo paradigma

Más que una fragancia, Prada Paradigme es una propuesta que cuestiona la inercia en la perfumería masculina y abre un espacio para la experimentación personal.

El nombre —un juego lingüístico que alude tanto a “paradigma” como al ADN de la marca Prada— sugiere una invitación: construir nuevas formas de pensar, de oler y de ser.

Con una estructura olfativa que rompe el esquema tradicional, un diseño que combina modernidad y funcionalidad, y una figura pública, como Tom Holland, que representa una nueva forma de éxito, Prada Paradigme se posiciona como una respuesta concreta a una pregunta que la marca plantea desde el inicio: ¿Y si hubiera otra manera?