
Responder correos eléctrónicos, hacer compras en línea o reservar una cena en un restaurante mientras una persona duerme, ya no pertenece al terreno de la ciencia ficción.
Gracias a las capacidades clave de los agentes de inteligencia artificial (aprender, razonar y tomar decisiones de forma proactiva), estas tareas cotidianas comenzarán a delegarse con facilidad.
Si ChatGPT sorprendió al mundo con la IA generativa, este año una nueva evolución se abre paso en el desarrollo tecnológico: los agentes autónomos. Su misión es asumir actividades repetitivas para liberar tiempo y, de paso, potenciar la creatividad, el talento y la productividad de las personas. Lo más fascinante: comienzan a actuar incluso antes de que el usuario sea consciente de que necesita algo.
Video Recomendado
No se trata de un futuro distópico. Estos agentes ya están en fase de prueba, integrándose en sistemas operativos y navegadores con el objetivo de operar desde smartphones o cualquier dispositivo móvil. Incluso ya tienen nombre.
Google presentó recientemente Project Jarvis, un sistema diseñado para tomar el control de aplicaciones y ejecutar una amplia gama de tareas. Por su parte, OpenAI ya permite utilizar Operator Agent dentro de su plan de pago.
La apuesta es clara: generar una auténtica revolución digital que impulse un mundo hiperconectado. Como afirma el estudio The Future of Connected Living, elaborado por el Institute for the Future en colaboración con Dell Technologies: “Nuestro entorno digital se extenderá más allá de la televisión, los smartphones y las computadoras, para incluir hogares, vehículos, oficinas e, incluso, nuestro cuerpo.”
Ilustración: Raymundo Ríos / Animación: Iván Hernández
En este contexto, los agentes de IA serán esenciales: tomarán decisiones autónomas y ejecutarán tareas sin intervención humana. Si bien en un inicio funcionarán como asistentes virtuales, en realidad protagonizarán una transformación silenciosa que sienta las bases de “un futuro en el que la inteligencia artificial no solo será útil, sino indispensable”, según el informe de Deloitte “7 ejemplos de uso de inteligencia artificial en nuestro día a día”.
Esta tecnología también será clave en el diseño de las ciudades inteligentes, donde la IA mejorará tanto la gestión urbana como la calidad de vida de sus habitantes.
El concepto de smart cities busca enfrentar los crecientes desafíos urbanos mediante soluciones tecnológicas que integran dispositivos conectados y sistemas interoperables. Estas iniciativas promueven más áreas verdes, movilidad eficiente y espacios que fomenten los vínculos sociales.
“El futuro de las ciudades será digital. Y el rápido despliegue de la inteligencia artificial en los servicios municipales, el tráfico o el consumo de energía ha traído nuevos deseos y preocupaciones”, señala el Smart City Index, elaborado por el World Competitiveness Center y la World Smart Sustainable Cities Organization.
Los agentes de IA están transformándose en aliados clave del día a día que facilitan la vida, fomentan la creatividad, mejoran la colaboración y devuelven tiempo valioso a las personas.
Así, los dispositivos móviles dejan de ser simples símbolos de estatus para convertirse en verdaderos facilitadores de la vida diaria: potencian la colaboración, impulsan la creatividad y abren acceso a una enorme cantidad de información. Al liberar a las personas de tareas repetitivas, también les devuelven tiempo para crear, innovar o simplemente para compartir más momentos con quienes aman.
La inteligencia artificial entró en una fase de desarrollo y despliegue acelerado que transformará radicalmente nuestro modo de vida.
El reto será claro: aprovechar la tecnología para fortalecer aquello que nos hace verdaderamente humanos —la creatividad y el pensamiento crítico—, dos habilidades esenciales para navegar un mundo en constante cambio.