En el otoño de 1910, Madrid fue testigo de un acontecimiento que cambiaría para siempre la historia de la hospitalidad en España: la inauguración del Hotel Ritz, el primer hotel de lujo del país.
Con una estructura de acero pionera en su tiempo y el sello del arquitecto francés Charles Mewes, en colaboración con los españoles Luis de Landecho y Lorenzo Gallego, el edificio abrió sus puertas como símbolo de modernidad y sofisticación.
Hoy, bajo la insignia de Mandarin Oriental Ritz, Madrid, celebra 115 años de historia convertido en un emblema que ha acompañado a generaciones enteras.
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Un hotel de lujo que se reinveta
El hotel ha sido escenario de encuentros diplomáticos, recepciones reales y momentos clave de la vida cultural y social de la capital. Su historia refleja más de un siglo de evolución, en el que ha sabido mantener la esencia de sus orígenes mientras se adaptaba a los nuevos tiempos.
En 2015, el Ritz se integró en Mandarin Oriental Hotel Group y el Grupo Olayan, entrando en una nueva etapa de expansión internacional.
Poco después, entre 2018 y 2021, se llevó a cabo la restauración más ambiciosa de su historia: un proyecto que recuperó la cúpula de cristal que llevaba oculta ocho décadas, sumó una escalera monumental con forma de ojo y utilizó materiales nobles trabajados con técnicas artesanales españolas. Un diálogo perfecto entre tradición y modernidad que reafirmó la identidad del hotel como referente de lujo en Madrid.
Qué comer en este hotel de lujo
Hoy, el Mandarin Oriental Ritz, Madrid se distingue no solo por su arquitectura y legado, sino también por su propuesta gastronómica.
Bajo la dirección del chef Quique Dacosta, el hotel ofrece cinco espacios culinarios que han elevado su prestigio a nivel internacional, consolidando la experiencia de hospedarse o visitar el Ritz como un viaje sensorial que combina historia, arte y sabor.
Un hotel de lujo en el corazón de Madrid
Con 153 habitaciones, incluidas 53 suites, el Mandarin Oriental Ritz continúa siendo un punto de encuentro de figuras de la política, la realeza y la cultura, al tiempo que acoge a viajeros de todo el mundo que buscan una experiencia única en la capital española. Sus salones, pasillos y jardines siguen contando historias, reafirmando su papel como escenario de memorias colectivas y testimonio de cómo la hospitalidad de lujo evoluciona sin perder su esencia.
A 115 años de su inauguración, el hotel no solo celebra su pasado, sino que mira al futuro con la misma ambición que lo vio nacer: ser un lugar donde el tiempo, la tradición y la innovación conviven para crear experiencias inolvidables.