¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando escuchas “Malasia”?

Exótico, exuberante, tradicional, gastronómico, verde, colorido, moderno, natural… ¡aire libre! Con estas ideas presentes, sólo puede ser lógico que Malasia sea, además, un gran destino Wellness de lujo.

Hablar de bienestar aquí va mucho más allá de la idea clásica, básica y casi elemental, de un día o unas horas en un spa. Es más… eso ya suena casi aburrido.

Hablamos de integrarte al entorno, de sumergirte en aguas termales o piscinas de lodo volcánico, de espectaculares playas y lagos. Hablamos de desconectarte para re-conectarte.

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La oferta wellness de Malasia

Con temperaturas promedio de entre 30 y 35 grados a lo largo de sus 4,600 kilómetros de costa, en sus casi 900 islas, muchas de ellas prácticamente vírgenes, donde sentirás el inigualable sonido y brisa de sus cascadas, Malasia es, en pocas palabras, bienestar por donde lo veas y a donde vayas.

Ya sea en el Urutan Malaysia, las piscinas de lodo volcánico en Kampung Meritam, la cueva de meditación y las aguas termales en Banjaran, el Parque Nacional Gunung Mulu, o bien tomando un baño en el agua de la vida en el Mandi Maul Hayat, un arroyo cristalino en medio de la selva.

Pero, además de consentirte en un ambiente único, aquí podrás dar testimonio de toda una serie de actividades al aire libre en medio de su increíble diversidad de flora y fauna y espectaculares paisajes, como los que ofrece Taman Negara, el parque nacional más grande del país y una de las selvas tropicales más antiguas del mundo, con más de 130 millones de años.

A nivel del mar, las playas de Langkawi, como las de Tanjung Rhu y Bahía Burau, brindan el ambiente perfecto para toda clase de deportes acuáticos, mientras que las playas de Penang al norte, son las más populares.

No podemos dejar del lado la increíble fauna endémica de la región, desde los adorables orangutanes y el mono proboscidio característico por su enorme nariz, hasta aves como el hornbill y santuarios con elefantes pigmeos.