
La historia de la certificación Calidad Fleurier, considerada la más exigente de la relojería suiza, comenzó hace más de 20 años cuando cuatro Manufacturas independientes (Chopard, Bovet, Parmigiani Fleurier y Vaucher) se aliaron con el apoyo de las autoridades locales, para crear la Fundación Calidad Fleurier con el fin de ampliar las pruebas objetivas que se realizaban a los relojes suizos acabados según los mejores criterios de buena factura.
Desde su creación en 2001, la certificación Calidad Fleurier somete a los relojes a la batería de pruebas más exigente y estricta de la relojería suiza para reconocer la calidad, tanto estética como técnica, la resistencia a los golpes, la precisión y la durabilidad de los relojes: el Control Oficial Suizo de Cronometría (COSC), los extraordinarios tests Chronofiable y el prestigioso Fleuritest.
El primer modelo de Chopard en recibir esta certificación fue el L.U.C Qualité Fleurier que se presentó en 2005. Desde entonces, la Manufactura solamente ha producido algunas series limitadas como el L.U.C Tech Qualité Fleurier (2009); L.U.C Tourbillon QF Fairmined (2014); L.U.C XPS Twist QF Fairmined (2017) o incluso el L.U.C Qualité Fleurier.
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Chopard L.U.C Qualité Fleurier 20th Anniversary Edition
Justamente para conmemorar el 20 aniversario del primer reloj L.U.C Qualité Fleurier y celebrar la excelencia relojera certificada, Chopard presenta una nueva edición limitada: L.U.C Qualité Fleurier 20th Anniversary Edition.
Este modelo es la personificación misma de los tres valores fundamentales de la colección L.U.C: rendimiento técnico, sofisticación estética y un compromiso inquebrantable con la certificación relojera.

más exigente y estricta de la relojería suiza. Foto: Chopard
Viene con una caja de 39 mm de oro ético amarillo de 18 quilates, de proporciones ideales y encanto atemporal, está inspirada en las armoniosas curvas del primer modelo de 2005 y en su esfera bicolor dividida en sectores.
Esta edición exclusiva de sólo 20 piezas numeradas se presenta como uno de los máximos guardianes de la certificación Calidad Fleurier.
Una edición de aniversario que recupera un diseño icónico
Este nuevo modelo se presenta en una caja de oro ético amarillo de 18 quilates y 39 mm de diámetro, fiel a las proporciones originales del primer L.U.C Qualité Fleurier lanzado en 2005.

Su diseño se inspira en un reloj Chopard de los años 50 con esfera sectorial, un estilo que se remonta al Art Déco y que vivió un renovado interés en la relojería contemporánea durante los años 2000.
La esfera bicolor destaca por su centro con acabado satinado en rayos de sol, una vuelta de las horas marrón satinado circular y un pequeño segundero azulado a las 6 horas. Las agujas en forma de jeringuilla, características de esta línea, complementan el conjunto, que se completa con una correa de piel de becerro marrón, de estética sobria y deportiva.
Calibre L.U.C 96.09-L: precisión y sofisticación técnica
En su interior, el reloj está animado por el calibre automático L.U.C 96.09-L, un movimiento ultradelgado de solo 3,30 mm de grosor, desarrollado a partir del histórico L.U.C 96.01-L.
Gracias a la tecnología Chopard Twin, ofrece 65 horas de reserva de marcha a través de un doble barrilete. Su microrrotor de oro ético de 22 quilates, grabado con minuciosidad, es solo una muestra del nivel de acabados presentes: Côtes de Genève, pulido espejo y anglage.

Este movimiento cuenta con la doble certificación COSC y Qualité Fleurier, lo que implica que ha superado pruebas de cronometría, fiabilidad, resistencia y precisión, incluyendo el test Chronofiable y el exigente Fleuritest, que simula el uso real del reloj durante 24 horas. Solo los relojes que mantienen una desviación diaria de entre 0 y +5 segundos obtienen esta distinción.
En 1997 Chopard Manufacture lanzaba el primer reloj surgido de sus talleres de relojería: el L.U.C 1860, equipado con el movimiento L.U.C 96.01-L. Desde entonces, a través de la colección L.U.C Chopard Manufacture ha acumulado la maestría de todas las principales complicaciones de la relojería.
Entre Fleurier y Ginebra, Chopard Manufacture imagina, desarrolla, fabrica, ensambla, decora y certifica todos sus relojes. Gracias al compromiso de Karl-Friedrich Scheufele, copresidente de la marca, con la tradición relojera asociada a las innovaciones técnicas, se mantiene un nivel elevado de acabados gracias a la preservación de numerosos Oficios Artísticos y el saber hacer de años.