EMWA, el emporio familiar de la alta relojería

En la nueva era del lujo, los consumidores buscan algo más que productos excepcionales: buscan significado, autenticidad y confianza. En un contexto donde las grandes firmas globales apuestan por la personalización y la experiencia, EMWA representa en México ese modelo de empresa que ha aprendido —a lo largo de casi ocho décadas— que el verdadero lujo nace del valor de hacer bien las cosas y de sostener relaciones de confianza a largo plazo.

“Para poder existir a largo plazo, las relaciones deben ser ganar-ganar. Las marcas valoran eso y cuando se juntan en Ginebra lo comunican a otras marcas que después, también quieren estar con nosotros”, dijo Abraham Kleiman, Director General de EMWA.

“Muchos nos dicen: ustedes tienen las mejores marcas y por eso la gente se acerca. Y aunque hay una correlación muy positiva en eso, para que tengamos las marcas, nosotros debemos tener al cliente. Por eso, durante 76 años hemos construido esta relación muy especial con nuestros clientes, haciendo que tengan no sólo los mejores productos disponibles sino la mejor experiencia también”, comentó, Jacobo Wapinski, socio fundador.

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La exprerincia EMWAFEST

Bajo este principio que hoy es una tendencia para todas las marcas en el mundo del lujo: el generar experiencias, EMWA formó hace 17 años un evento anual que es de los más destacados en el sector, en la región, el cual reúne hasta 2000 piezas de alrededor de 18 casas relojeras en un entorno festivo que convoca a sus mejores clientes y amigos.

“Cuando se creó el EMWAFEST se tuvo que hacer una narrativa, acercarnos con las marcas, convencerlos. Algo que en principio se veía muy retador y difícil, porque la percepción de las marcas era que iban a estar en un entorno limitado, compitiendo unas con otras y que eso no iba a generar la mejor experiencia. Pero el encuentro muy pronto se convirtió en una fiesta. Y es lo que hacemos desde hace 17 años, una gran celebración, con las marcas, nuestros clientes, nuestra familia”, explicó dijo Abraham Kleiman.

El valor de la familia

La historia de EMWA comenzó con el viaje de Emanuel Wapinski, quien llegó a México desde Cuba tras huir del Holocausto. En la isla, reconocida en los años cuarenta por su industria de tallado de diamantes, aprendió el oficio que marcaría su destino.

Su llegada a Monterrey fue el punto de partida y desde allí, lo que inició como una joyería local se transformó en un grupo con presencia nacional y ahora internacional, respetado por las marcas más exigentes del mundo.

Hoy son casi una veintena de firmas relojeras las que traen a este lado del mundo sus novedades con gran oportunidad, a través de EMWA, en un gesto de confianza en la empresa, pero, también, en el mercado mexicano.

En EMWA, trabajar con la familia no es una limitante, sino una extensión natural de su ADN. Los valores que se heredan —la empatía, la responsabilidad, la pasión por el oficio— se convierten en una ventaja competitiva en un sector donde la confianza es la moneda más valiosa.

Sobre EMWA

76 años de historia de la empresa

17 ediciones del EMWAFEST se han realizado

2000 modelos de relojes se exhiben en este evento

18 marcas relojeras participan