
Integrado por casi 700 componentes, Vacheron Constantin acaba de presentar una pieza única que reúne tres de las más complejas expresiones de la Alta Relojería: un repetidor de minutos, un cronógrafo ratrapante y un regulador de tourbillon, combinación que impone un reto técnico pocas veces superado.
Esta combinación es muy poco común en los relojes de pulsera, principalmente por razones de volumen y precisión. Con mayor frecuencia, en los relojes de pulsera de gran complicación, encontramos repetidores de minutos asociados a calendarios perpetuos.
CHRISTIAN SELMONI, DIRECTOR DE ESTILO Y HERENCIA
Se trata de Les Cabinotiers Temporis Duo Grand Complication Openface, una pieza que se beneficia de los últimos avances técnicos de la Maison, así como de su continua investigación en materiales.
Este trabajo, que convierte la relojería mecánica en un arte cinético que mide el tiempo, se revela en una compleja esfera de zafiro, así como en el fondo de zafiro de la caja de 45 mm de oro rosa 5N (750/1000).
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Les Cabinotiers Temporis Duo Grand Complication Openface de Vacheron Constantin
El Les Cabinotiers Temporis Duo Grand Complication Openface de Vacheron Constantin se articula en torno al Calibre 2757 S, un movimiento mecánico de carga manual que integra 696 componentes.
La caja de oro rosa de 45 mm alberga un mecanismo que combina avances técnicos recientes con técnicas históricas desarrolladas por la Maison desde principios del siglo XIX. Todo el conjunto se deja ver a través de una esfera y fondo de zafiro, revelando el minucioso trabajo manual y la arquitectura del movimiento.
En este modelo, el cronógrafo de fracciones de segundo funciona con dos ruedas de pilares y un solo pulsador para las funciones básicas (inicio, parada, reinicio), complementado por un segundo pulsador para medir tiempos intermedios.
Las agujas centrales, fabricadas en aluminio, recorren una escala periférica de minutos con precisión de 1/5 de segundo, acompañadas por un contador de 30 minutos a las 2 en punto.
El repetidor de minutos cuenta con un regulador de sonería silencioso, compuesto por contrapesos que utilizan fuerzas centrífugas y centrípetas para mantener la cadencia de las notas. Este mecanismo permite una secuencia sonora clara y uniforme, sin ruidos mecánicos de fondo.

A las 6 en punto, el tourbillon se presenta con una espiral esférica, una innovación que permite un comportamiento más isócrono del resorte. La jaula del tourbillon evoca la cruz de Malta, emblema de la marca, y una pequeña aguja montada en su eje indica los segundos.
La esfera calada, con 0.5 mm de grosor, combina superficies pulidas y esmeriladas. Los índices horarios y los del cronógrafo están grabados, entintados y tratados con NAC gris. Las agujas, revestidas en PVD, hacen juego con la correa de piel de aligátor en tono verde oliva.


El trabajo decorativo también alcanza el reverso del reloj, donde los puentes ennegrecidos muestran acabados granulados y bordes pulidos a espejo. Las iniciales JMV, en referencia a Jean-Marc Vacheron, están grabadas en el regulador principal, sujetado por un puente semicircular que requiere más de ocho horas de pulido a mano.
El ensamblaje, ajuste y acabado del reloj estuvieron a cargo de un solo maestro relojero, en una práctica que evoca el trabajo artesanal de los antiguos cabinotiers.
Así, esta obra de Vacheron Constantin no solo condensa siglos de saber hacer, sino que también lleva al límite las posibilidades de la relojería mecánica contemporánea.