El nombre “Royal” apareció por primera vez en la década de 1950 para subrayar la calidad y el diseño de alto nivel característicos de Tudor.
Décadas después, esta colección mantiene ese legado con un estilo que se sitúa entre el reloj deportivo y el clásico, sumando ahora una estética más audaz gracias a su nueva tonalidad azul.
Tudor amplía su línea Royal con una incorporación que combina precisión suiza, herencia relojera y un diseño que equilibra la deportividad y la sofisticación.
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Tudor Royal de 28 mm
El nuevo Tudor Royal de 28 mm presenta una esfera azul exclusiva, engastada con diamantes, disponible en versiones de acero inoxidable 316L o en combinación de acero y oro amarillo.
La caja pulida y satinada es hermética hasta 100 metros y cuenta con bisel engastado en diamantes. Las agujas tipo bastón incluyen revestimiento luminiscente Swiss Super-LumiNova® de grado A para una lectura clara en cualquier condición de luz.
Brazalete integrado y confort en la muñeca
El brazalete metálico de cinco eslabones, pulido y satinado, continúa la línea de la caja para lograr una fluidez visual y un ajuste cómodo.
Está disponible íntegramente en acero o en configuración acero y oro amarillo, con acabados que alternan superficies satinadas y pulidas para resaltar su diseño.
Rendimiento técnico y calidad suiza
Fiel a la filosofía “Born To Dare” de la marca, el Tudor Royal está equipado con un movimiento automático suizo regulado según altos estándares cronométricos.
La caja está fabricada a partir de un bloque de acero inoxidable 316L, uno de los más robustos de la industria, garantizando resistencia y durabilidad.
La producción se lleva a cabo en la Manufactura Tudor de Le Locle, Suiza, donde se ensamblan y prueban todos los relojes bajo estrictos controles de calidad, en colaboración con Kenissi para la fabricación de calibres mecánicos de alto rendimiento.
Garantía y mantenimiento
El Tudor Royal cuenta con una garantía transferible de cinco años, sin necesidad de registro ni de revisiones periódicas obligatorias.
La marca recomienda mantenimiento cada 10 años, dependiendo del uso, reflejando la confianza en la durabilidad de sus piezas.